miércoles, 20 de octubre de 2021

Iturissa ¿Localizada la población romana al norte de Navarra?

Iturissa

El geógrafo, astrónomo, y matemático Ptolomeo en el siglo II d.C. situaba hace 1.900 años en la tierra de los vascones el poblado de Iturissa, ubicándolo en torno a un paso de los Pirineos. Posteriormente era mencionado en el Itinerario de Antonino, el mapa de carreteras de los romanos, como una mansio, lugar donde pasar la noche durante un viaje, entre Pompaelo (Pamplona) y el Sumo Pirineo en la vía Aquitania, que iba de Astorga a Burdeos. Otra referencia antigua, el Anónimo de Rávena, la situaba en pleno saltus Vasconum, conviniendo estos dos últimos documentos en la existencia de esta localidad de parada y reposo que, a intervalos regulares, los romanos establecían a lo largo de sus redes viarias.

Parte española del mapa de la Vía Aquitania de Ptolomeo II
Mapa de Ptolomeo

Ubicación de Iturissa en el mapa de Ptolomeo
Ubicación de Iturissa en el mapa de Ptolomeo

Ubicación

Desde el inicio de la década de los 80, personal técnico de la sociedad de ciencias Aranzadi excava durante los veranos en la zona y han encontrado numerosos restos entre los pueblos de Burguete (Auritz) y Espinal (Aurizberri) que pueden corresponder con Iturissa. También se han descubierto varios tramos de la antigua calzada romana, de manera que ha quedado claro que transcurría desde Lumbier y Ecay (valle de Lónguida) hacia Burguete y Roncesvalles (Orreaga), recorriendo todo el valle de Arce. De ahí subía hacia el puerto de Ibañeta, descendía hasta Valcarlos y proseguía hasta la localidad bajonavarra de Saint Jean le Vieux (Donazaharre), cercana a Saint Jean de Pied de Port (Donibane Garazi). De ésta forma quedan aparcadas las hipótesis que situaban la calzada romana en torno al actual Camino de Santiago que une Roncesvalles con Pamplona por Erro.

Esquema viario romano de la zona
Esquema viario romano de la zona

En la zona explorada, la más septentrional de Navarra en época romana, debió ubicarse un puesto militar de tropas auxiliares, así lo demuestra el ajuar hallado en la necrópolis excavada en los parajes de Ateabalsa en 1985 y Otegi 1989 perteneciente a Espinal en las que se han descubierto respectivamente 46 y 49 inhumaciones en urna. Todo apuntaba a que allí, en los límites de los actuales términos municipales de Burguete y Espinal, había existido una población importante. El yacimiento que ahora comentamos, situado en el paraje de Zaldúa, podría pertenecer a la población civil y familiares que acompañaba a la tropa, y que daba servicios de manutención y abastos a los viajeros que transitaban por esa importante y ancestral vía de comunicación. La magnitud de su hallazgo permite albergar esperanza de que se trate de la antigua población de Iturissa, pero hasta que no se encuentren inscripciones en la piedra que lo corroboren no se tendrá la total seguridad de su hallazgo.

Vista aérea de la zona de Iturissa
Vista aérea de la zona de Iturissa con excursión desde Burguete

El Yacimiento

Durante los años 2013 y 2015 se realizaron prospecciones con técnicas avanzadas de geoarqueología, en colaboración con técnicos del Mola (Museum of London Archaeology). Esta fundación está especializada en restos romanos y lo cual les permitió descubrir la ciudad romana de Londinium, en el subsuelo de Londres. Como resultado de las prospecciones se ha elaborado un mapa de precisión de la zona, mediante diferentes técnicas de sondeo del terreno entre las que se citan el geomagnetismo, georradar, fotogrametría y resistividad eléctrica. ¿Qué es lo que han descubierto bajo la tierra? Las imágenes obtenidas confirman la existencia de un poblado importante, de unos 2.000 años de antigüedad, con una superficie construida de más de 45.000 m2, lo cual hace de éste yacimiento un asentamiento de primera magnitud, independientemente de que sea de la población largamente buscada.

Recreación del poblado de Iturissa
Recreación del poblado de Iturissa

Las imágenes muestran los restos bajo tierra de un poblado abandonado, sin que puedan por ahora conocerse las causas. Hay grandes edificios, alguno de unos 300 m2 de planta como un edificio dedicado a termas, baños…, con hypocaustum, un sistema de calefacción basado en la circulación de aire caliente por conductos subterráneos y huecos de las paredes. De momento no se aprecian signos de enfrentamiento militar, ni de saqueo, salvo de los elementos arquitectónicos y materiales pétreos de muros, seguramente para su reaprovechamiento en otras construcciones posteriores al abandono. La trama urbana no sigue los cánones de las poblaciones romanas, con su cardo-máximus en dirección norte-sur y el decumanus-máximus en orientación este-oeste y la trama de calles perpendiculares y paralelas a las mismas; en su lugar edificaron a ambos lados de la calzada, de forma similar a la que se puede observar actualmente en las dos poblaciones entre las que se encuentra el yacimiento, Burguete y Espinal. Durante 2020 el Gobierno de Navarra ha declarado el yacimiento como Bien de Interés Cultural (BIC), para preservar todo el solar de saqueos.

Imágenes del escaneado del yacimiento

El estado de conservación de las estructuras es precario, debido a la naturaleza perecedera de los materiales constructivos utilizados y la sistemática roturación de los terrenos utilizados como tierras de labranza durante siglos, de forma que únicamente se han podido definir dos estancias de planta cuadrangular (termas) y un muro que prolonga la construcción.

Los sondeos realizados con diferentes tecnologías tienen una potencia de hasta 2,5m de profundidad, arrojando las siguientes imágenes del subsuelo estudiado:

Prospección Magnética
Prospección Magnética
 
Prospección geofísica
Prospección geofísica

La excavación

La excavación realizada por el momento se reduce a una superficie de unos 500 m2, poco más del 1% del total, y ahí se muestran signos del saqueo posterior al abandono, pero a diferencia de otras poblaciones romanas de la época, no se detectan indicios de enfrentamiento bélico. Se ha recogido abundante cerámica, algunas fíbulas, un dado de bronce, algunas fichas de juego, un anillo de oro y muchos clavos de hierro. Todavía es pronto para saber cuántos habitantes pudo albergar el poblado, el tipo de construcción que se espera encontrar, es de zócalos de muros pétreos sobre los cuales se practicaron muros recrecidos con tapial y madera, y encima, se construyeron cubiertas de estructura de madera recubiertas con gruesas capas vegetales, para evitar el paso del agua.

La excavación
La excavación

Termas de Iturissa
Termas de Iturissa

Hipocausto de Iturissa
Hipocausto de Iturissa

Hipocausto de Iturissa
Elevación del suelo mediante pilastras de ladrillo para el Hipocausto de Iturissa

Los habitantes

Se especula que la población mayoritaria fuera local, pudieron ser tropas compuestas por población autóctona con sus familiares, mientras que los mandos militares serían romanos. Como ya se ha comentado, se cree que los habitantes se dedicaban fundamentalmente a prestar servicios a los que transitaban por esa vía de comunicación, así como a la guarnición militar de protección de las vías, instalada en las proximidades. También está documentada una nada despreciable actividad minera en la zona, la cual sin duda aprovechaba la cercanía de la calzada para comerciar con las extracciones realizadas.

 

Puente romano de Iturissa
Puente romano de Iturissa

Se sabe con certeza que en la época había numerosas explotaciones mineras por la zona, que continuaron su actividad mucho después de la desaparición del núcleo poblacional, por tanto, el agotamiento de los productos mineros no sería la causa de su abandono. Se tienen ubicadas minas auríferas en Arive, de hierro en Changoa, Orbaiceta y otras de plata, cobre, mercurio y plomo en otros parajes relativamente cercanos.

Los enterramientos hallados en las necrópolis no estaban acompañados de señalización alguna, ni de diferencias de género, edad y/o condición social, salvo un mausoleo recuperado en parte, en el yacimiento de Otegi. Los objetos de los ajuares funerarios no son ni numerosos ni variados, por lo que se tiende a pensar que las incineraciones realizadas correspondían a personas de origen humilde. De los estudios antropológicos se desprende que en ambas necrópolis se enterraron miembros de una comunidad en la que están representados por igual mujeres y hombres de diferentes grupos de edad, desde adultos a niños y niñas, aunque sin personas de edad avanzada. En este sentido, cabe indicar que la esperanza de vida media estimada del grupo se aproximaba a los 35-45 años, con un límite de 60-70.

Bibliografía:

M. J. Perex, M. Unzu, Notas sobre la posible localización de Iturissa (Espinal-Navarra), Anejo 7, 1987, p. 553-562.

Para saber mas:

Vídeo de excavación en Zaldúa 2017-19: 

https://www.youtube.com/watch?v=rDnDZNu0kwU&t=12s


Vídeo excavación de Zaldúa 2019: