Beatriz de la Torre Rodríguez
Profesora de Enseñanza Secundaria, especialidad Formación y Orientación Laboral
El maestro pregunta a sus alumnos de 3º de primaria qué profesiones conocen..."bombero, mi tío es bombero", "policía", "maestro", "profesora", "cartero"...después de la "lluvia de ideas", insiste "¿qué os gustaría ser de mayores?": levantan las manos entusiasmados, "profesora, bombero, veterinaria, futbolista, policía, astronauta...¡¡seré el primer astronauta argentino en pisar la luna!!, médico, jueza, apunta una niña, de mayor seré jueza..."
En su loable esfuerzo por tantear el conocimiento del medio que tienen sus alumnos de 8 años, el maestro recoge un interesante muestreo...ningún alumno de la clase de 3ºB del colegio, situado en el malagueño barrio del Molinillo quiere ser empresario..., como mucho, algún año ha habido osados escolares que decían querer ser "jefes"...pero, ¿empresario?, ¿qué oficio es ese?
El de empresario es un oficio que requiere más valor que las princesas heroínas de Disney, más entusiasmo que Tadeo Jones, más coraje que los futbolistas de Inazuma Eleven y más ingenio que el bolsillo mágico del gato cósmico Doraemon.
Es un oficio imprescindible en una sociedad en la que no se necesitan tantos bomberos, veterinarios, astronautas...quizá si maestros educadores, e incluso jueces y policías...a ver si averiguan "¿Quién se ha llevado nuestro queso? ", el queso de la burbuja inmobiliaria, ese queso en el que resultaba tan fácil "hacerse rico" sin formación ni esfuerzo en España, el queso del espejismo del estado de bienestar, el queso de la bonanza económica.
Pero el de empresario es, en nuestro país, un oficio desconocido, cargado de connotaciones negativas y de prejuicios, revestido de un aura de poder y capital, que lo hacen para nuestros escolares más inalcanzable que el sueño de izar la bandera argentina sobre la luna. A saber, en este bendito país, hasta hace dos días, la cosa era así: " Empresario: Dícese de un señor gordo, de los de copa y puro, que no ha trabajado en su vida, porque es muy listo y se forra a costa de explotar a los currantes".
Sin embargo, en las actuales circunstancias sociales y económicas, el emprendimiento, el oficio de empresario, de empleador, resulta imprescindible para conseguir el equilibrio entre la oferta y demanda de puestos de trabajo. Para conseguir, que el flujo circular de la renta: empresa - contrato de trabajo - salario - consumo...más empresas - más trabajo - más consumo...vuelva a rodar.
El pasado mes de agosto, la encuesta de población activa revelaba que los jóvenes españoles menores de 25 años tienen el dudoso protagonismo de “comerse” el 53’7% de la enorme tarta del desempleo que, con demasiada frecuencia, cocinamos en nuestro país. Una enorme porción que se atraganta y hace más indigesta la, siempre complicada, inserción en el mercado laboral.
Urge el fomento de vocaciones emprendedoras. Necesitamos jóvenes con coraje dispuestos a dirigir su carrera profesional, dispuestos a crear puestos de trabajo, dispuestos a reflotar este barco...no basta con achicar agua y fletar botes salvavidas...eso ya lo llevan haciendo nuestros gobernantes muchos años, y con poca fortuna, por cierto.
No les falta razón a esos ciudadanos escépticos que piensan que esto de la iniciativa emprendedora es una pamplina de los gobernantes de turno que, incapaces de solucionar la vergonzosa tasa de desempleo en nuestro pobre país, le cargan el mochuelo al asalariado que ahora se tiene que inventar su puesto de trabajo. Cierto, pero el recurso de la pataleta, alivia pero no sana. Así que, no queda otro camino que convertirnos en protagonistas de nuestro itinerario profesional y comenzar a familiarizarnos con conceptos como autoempleo, autónomo, emprendedor...
En este contexto, la Orientación Profesional es un proceso de ayuda que se presta al alumnado, desde el Departamento de Formación y Orientación Laboral, para:
- Que conozca sus capacidades e intereses,
- Conozca su entorno laboral (de qué fuentes puede sacar información),
- Aprenda a tomar decisiones (desarrolle la capacidad de tomar decisiones).
Una de las etapas más difíciles de la vida es la transición a la vida activa. Para afrontar el proceso con éxito son fundamentales los siguientes factores:
- Información,
- Poseer estrategias para la toma de decisiones,
- Afrontar el proceso con una actitud positiva.
Dos son los instrumentos fundamentales de inserción profesional:
El Currículum Vitae y el Plan de Empresa.
Estas son las llaves que nos pueden abrir las puertas del mercado laboral.
En los Ciclos Formativos los módulos socio económicos, Formación y Orientación Laboral y Empresa e Iniciativa Emprendedora, ofrecen los contenidos que posibilitarán al alumnado alcanzar las competencias personales, sociales y profesionales adecuadas para manejar con destreza este juego de llaves, en concreto, participar de forma activa en la vida económica, social y cultural, con una actitud crítica y de responsabilidad.
"Necesitamos emprendedores
capaces de emplearse y generar empleo"
Para saber más:
1. Se creativo e innovador
2. Toma la iniciativa
3. Atrévete a fracasar
4. Asume riesgos
5. Se creativo
6. Explora nuevas oportunidades
7. Busca un hueco de mercado
8. Reinvéntate constantemente
9. Persevera
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