Iturissa
El
geógrafo, astrónomo, y matemático Ptolomeo
en el siglo II d.C. situaba hace 1.900 años “en la tierra de
los vascones” el poblado de Iturissa,
ubicándolo en torno a un
paso de los Pirineos.
Posteriormente era mencionado en el Itinerario
de Antonino,
el mapa de carreteras
de los romanos, como una mansio, lugar
donde pasar la noche durante un viaje, entre Pompaelo (Pamplona) y el Sumo
Pirineo en la vía Aquitania,
que iba de Astorga a Burdeos. Otra referencia antigua, el Anónimo de
Rávena, la situaba en pleno saltus
Vasconum, conviniendo estos dos últimos documentos en la existencia de esta
localidad de parada y reposo que, a intervalos regulares, los romanos
establecían a lo largo de sus redes viarias.
Mapa de Ptolomeo |
Ubicación de Iturissa en el mapa de Ptolomeo |
Ubicación
Desde el inicio de la década de los 80, personal técnico de la sociedad de ciencias Aranzadi
excava durante los veranos en la zona y han encontrado numerosos restos entre
los pueblos de Burguete (Auritz)
y Espinal (Aurizberri)
que pueden corresponder con Iturissa. También se han descubierto varios tramos
de la antigua calzada romana, de manera que ha quedado claro que transcurría
desde Lumbier y Ecay (valle de Lónguida) hacia Burguete
y Roncesvalles
(Orreaga), recorriendo todo el valle de Arce. De ahí subía
hacia el puerto de
Ibañeta, descendía hasta Valcarlos y proseguía hasta la localidad bajonavarra
de Saint
Jean le Vieux (Donazaharre), cercana a Saint
Jean de Pied de Port (Donibane Garazi). De ésta forma quedan aparcadas las
hipótesis que situaban la calzada romana en torno al actual Camino
de Santiago que une Roncesvalles con Pamplona por Erro.
Esquema viario romano de la zona |
En la zona explorada, la más septentrional de Navarra en época romana, debió ubicarse un puesto militar de tropas auxiliares, así lo demuestra el ajuar hallado en la necrópolis excavada en los parajes de Ateabalsa en 1985 y Otegi 1989 perteneciente a Espinal en las que se han descubierto respectivamente 46 y 49 inhumaciones en urna. Todo apuntaba a que allí, en los límites de los actuales términos municipales de Burguete y Espinal, había existido una población importante. El yacimiento que ahora comentamos, situado en el paraje de Zaldúa, podría pertenecer a la población civil y familiares que acompañaba a la tropa, y que daba servicios de manutención y abastos a los viajeros que transitaban por esa importante y ancestral vía de comunicación. La magnitud de su hallazgo permite albergar esperanza de que se trate de la antigua población de Iturissa, pero hasta que no se encuentren inscripciones en la piedra que lo corroboren no se tendrá la total seguridad de su hallazgo.
Durante los años 2013 y 2015 se realizaron prospecciones con
técnicas avanzadas de geoarqueología, en colaboración con técnicos del Mola (Museum
of London Archaeology). Esta fundación está especializada en
restos romanos y lo cual les permitió descubrir la ciudad
romana de Londinium, en el subsuelo de Londres.
Como resultado de las prospecciones se ha elaborado un mapa de precisión de la zona,
mediante diferentes técnicas de sondeo del terreno entre las que se citan el geomagnetismo, georradar, fotogrametría y resistividad eléctrica. ¿Qué
es lo que han descubierto bajo la tierra? Las imágenes obtenidas confirman la
existencia de un poblado importante, de unos 2.000 años de antigüedad, con una
superficie construida de más de 45.000 m2, lo cual hace de éste
yacimiento un asentamiento de primera magnitud, independientemente de que sea
de la población largamente buscada.
Recreación del poblado de Iturissa |
Imágenes del escaneado del
yacimiento
El estado de conservación de las estructuras es precario, debido a
la naturaleza perecedera de los materiales constructivos utilizados y la
sistemática roturación de los terrenos utilizados como tierras de labranza
durante siglos, de forma que únicamente se han podido definir dos estancias de
planta cuadrangular (termas) y un muro que prolonga la construcción.
Los sondeos realizados con diferentes tecnologías tienen una
potencia de hasta 2,5m de profundidad, arrojando las siguientes imágenes del
subsuelo estudiado:
Prospección Magnética |
Prospección geofísica |
La excavación
La excavación realizada por el momento se reduce a una superficie
de unos 500 m2, poco más del 1% del total, y ahí se muestran signos del
saqueo posterior al abandono, pero a diferencia de otras poblaciones romanas de
la época, no se detectan indicios de enfrentamiento bélico. Se ha recogido
abundante cerámica, algunas fíbulas,
un dado de bronce, algunas fichas de juego, un anillo de oro y muchos clavos de hierro. Todavía es
pronto para saber cuántos habitantes pudo albergar el poblado, el tipo de construcción
que se espera encontrar, es de zócalos de muros pétreos sobre los cuales se
practicaron muros recrecidos con tapial
y madera, y encima, se construyeron cubiertas de estructura de madera recubiertas con
gruesas capas vegetales, para evitar el paso del agua.
La excavación |
Termas de Iturissa |
Hipocausto de Iturissa |
Elevación del suelo mediante pilastras de ladrillo para el Hipocausto de Iturissa |
Los habitantes
Se especula que la población mayoritaria fuera local,
pudieron ser tropas compuestas por población autóctona con sus familiares, mientras que los mandos militares serían romanos. Como ya
se ha comentado, se cree que los habitantes se dedicaban fundamentalmente a
prestar servicios a los que transitaban por esa vía de comunicación, así como a
la guarnición militar de protección de las vías, instalada en las proximidades.
También está documentada una nada despreciable actividad minera en la zona, la
cual sin duda aprovechaba la cercanía de la calzada para
comerciar con las extracciones realizadas.
Puente romano de Iturissa |
Se sabe con certeza que en la época había numerosas explotaciones
mineras por la zona, que continuaron su actividad mucho después de la
desaparición del núcleo poblacional, por tanto, el agotamiento de los productos mineros no sería la causa de su
abandono. Se tienen ubicadas minas auríferas en Arive, de hierro en Changoa, Orbaiceta y otras de plata,
cobre, mercurio y plomo en otros parajes relativamente cercanos.
Los enterramientos hallados en las necrópolis no estaban
acompañados de señalización alguna, ni de diferencias de género, edad y/o condición
social, salvo un mausoleo recuperado en parte, en el yacimiento de Otegi. Los
objetos de los ajuares funerarios no son ni numerosos ni variados, por lo que
se tiende a pensar que las incineraciones realizadas correspondían a personas
de origen humilde. De los estudios antropológicos se desprende que en ambas
necrópolis se enterraron miembros de una comunidad en la que están
representados por igual mujeres y hombres de diferentes grupos de edad, desde
adultos a niños y niñas, aunque sin personas de edad avanzada. En este sentido,
cabe indicar que la esperanza de vida media estimada del grupo se aproximaba a
los 35-45 años, con un límite de 60-70.
Bibliografía:
M. J. Perex, M. Unzu, Notas sobre la posible localización de
Iturissa (Espinal-Navarra), Anejo 7, 1987, p. 553-562.
Para saber mas:
Vídeo de excavación en Zaldúa 2017-19:
https://www.youtube.com/watch?v=rDnDZNu0kwU&t=12s